miércoles, 31 de diciembre de 2008

Semana 47. Los santos

1. Primera tentación: creer que los santos son distintos a nosotros y que por tanto su santidad debe ser para ellos. Nosotros estaríamos dispensados de llevar ese curso de vida cristiana. Nos basta lo ordinario. Pero, ¿que és lo ordinario sino el camino de los santos?

2. Segunda tentación: a los santos la santidad no les cuesta. Les nace. ¿Te olvidas que los santos van al mercado, tienen que pagar el agua y la luz y que si quieren comer deben trabajar, hacer la cocina y tienen que hacer cola cuando van al Seguro Social?

3. Tercera tentación: con mi carácter no es posible ser santo. ¿Con otro carácter si? Te olvidas que San Pablo tenía un genio peor que el tuyo y el mío... que ya es decir... Ni se podia entender con Bernabé y tuvieron que separarse porque no se aguantaban los dos.

4. Cuarta tentación: a mi me gusta la vida, el mundo. Y asi no se llega a la santidad. Pues mira... A los santos les encanta el mundo. Les fascina la vida. Y, por si tienes dudas, les gusta lo fácil. Lo difícil les fastidia.

5. Quinta tentación: los santos son raros. Para ser santocasi te tiene que tocar la lotería. Por favor, amigo, no confundas los santos de altar con los santos. Es posible que tu hayas hablado con más de un santo. Además si piensas que hay tan pocos santos... por qué no te decides tú a serlo. Ya tendríamos uno más.

6. Sexta tentación: ser santo exige mucho esfuerzo. Mira, hermano, que los santos no se hacen a base de puños, sino en base a la gratuidad de la gracia y un poco de colaboración por parte de ellos.

7. Septima tentación: para ser santo primero hay que querer serlo y decidir serlo. Ahí estoy conforme contigo. Pero claro... en el fondotienes miedo a querer serlo. Te da miedo el riesgo. ¡Cuántos santos ha frustrado la falta de voluntad!

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