sábado, 19 de julio de 2008

Semana 30. Fotografía de Dios

Tenemos muchísimos rostros de Dios, imaginados por los artistas y por los directores de cine. ¿Pero realmente cómo crees que es Dios?

1. ¿Cuántas veces te asomas cada día al espejo para ver si tu cara necesita de alguna restauración? ¿Y cuántas veces tratas de restaurar el rostro de Dios impreso en tí por el Bautismo?

2. ¿Nunca te han dicho que te pareces muchísimo a tu padre o a tu madre? ¿Alguien te dijo alguna vez cuánto te pareces a tu padre Dios? Y sin embargo, eres su "imagen y semejanza".

3. Jesús dijo en una ocasión: "quien me ve a mí, ve al Padre". Y quien te ve a ti ¿a quien ve realmente?. Eres la única fotografía que el hombre puede tener de Dios. ¿Eres un rostro de Dios en blanco y negro o eres el rostro de Dios en colores?

4. Cuando a tu hijo le dices que Dios es Padre, ¿sabes en que piensa? En ti, su padre. ¿Revela tu paternidad el verdadero rostro humano de la paternidad divina de Dios?. Tu paternidad puede ser un camino o un estorbo para que tus hijos descubran el rostro de Dios Padre.

5. Si a tu rostro se le pega el polvo de los caminos, a tu alma se le pega el polvo de tus debilidades, fragilidades y caidas. Pero el polvo te lo quitas lavándote. Y el pecado te lo puedes quitar confesándote. ¿Valoras la confesión como al agua que lava cada día tu cara?

6. Dios Padre te regaló a su propio Hijo para que te abriera los caminos de la vida. ¿Tendrás tú la generosidad de regalarle a Dios algunos de tus hijos para que ayuden a caminar a los demás?

7. Cuando mueras no habrás muerto del todo. Porque ahí quedan tus hijos como otros recuerdos tuyos que seguirán hablando de ti, como Jesús hablaba de su Padre.

Semana 29. Dios es sorpresa y novedad

Si buscas un Dios lógico con tu modo de pensar, no habrás encontrado a Dios. Habrás creado tu propio Dios. Y ése no sirve para nada.

1. Dios es siempre una sorpresa y una novedad porque no es como tu te lo imaginas. Si fuese como el Dios que tú llevas en la cabeza, te parecería normal. Pero resulta que Dios suele ser al revés del que pensamos. Por eso es interesante.

2. Dios es sorpresa y novedad. No escogió para nacer ni el sitio ni la manera que nosotros le hubiéramos aconsejado. Su estilo de nacer rompió nuestros esquemas de cunas y apellidos.

3. Dios es sorpresa y novedad. No escogió para vivir el estilo que nosotros le hubiésemos propuesto. Por el contrario, se le ocurrió cambiar todos nuestros moldes y maneras de vivir.

4. Dios es sorpresa y novedad. Ni siquiera nos consultó su estilo de morir. Y eso que los suyos ya hicieron todos los esfuerzos por hacerlo cambiar de parecer. Pero todo fue inútil.

5. Dios es sorpresa y novedad. Tenia razón, pero callaba. Tenía poder y no la usaba. Era inocente y lo condenan como culpable. Era vida y acepta la muerte. ¿No te parece desconcertante?

6. Dios es sorpresa y novedad. Nos ofenden y nos pide que perdonemos. Nos golpean y nos pide que pongamos la otra mejilla. Nos pide y nos exige que demos el doble. Dios más bien parece un hombre al revés de los hombres.

7. Dios es sorpresa y novedad. Nos regala la libertad y luego nos pide permiso. Quiere entrar y primero llama. Quiere encontrarnos y no espera a que le busquemos. El mismo sale a nuestro encuentro. Es desconcertante. Por eso es Dios.

sábado, 5 de julio de 2008

Semana 28. Para cambiar a los demás

Esta es una tarea dificil no tanto por lo de cambiar a los demás, sino mas bien por que para tratar de hacerlo debemos primero cambiar nosotros mismos.

1. Tienes ganas de cambiar al mundo y de cambiar a los demás. ¿Por qué no vives de tal manera que hoy los demás, al verte, sientan tremendas ganas de cambiar?

2. Para amar a los demás no exijas que cambien, que sean mejores. Ámalos y acéptalos como son y verás como ellos mismos comenzarán a ser diferentes, distintos a lo que eran ayer.

3. Cuando intentes cambiar a los demás, piensa si no estarás tú mismo ocultando tus propios defectos tras el biombo de tu celo y de tu preocupación por ellos. Los defectos personales son lo suficientemente sutiles como para esconderse detrás de una preocupación por hacer mejores a los otros.

4. Los demás son el mejor espejo donde se ven más claros tus propios defectos. Lo que en tí justificas como virtud, lo ves como fallo en los otros. Míralos y luego date tu propio veredicto.

5. Cambiar no significa parchar la vida, sino comenzar a vivirla de otra manera. Vivirla como has dejado de vivirla hasta ahora.

6. Cuando la gracia haya cambiado tu corazón, aprenderás a comprender mejor el corazón de los demás. Porque entonces los verás como los suele ver el Señor. Con ojos de Padre.

7. Cuando tú hayas cambiado, no será necesario que lo digas. Para quién vive la alegría, no es necesario hablar mucho de ella. La irradia. Cuando te perfumas, es posible que tú mismo no percibas tu buen olor. Serán los demás quienes te lo hagan saber.

Semana 27. El Dios de tu fe

A veces ocurren circunstancias (desgracias, enfermedades, etc.) que nos hacen realizar un alto en nuestras vidas para decidirnos a cambiar.

Pero hermano, que pasaría si no tuviésemos estos momentos de advertencia de que estamos haciendo las cosas mal. ¿Seguiríamos equivocados?

Nuestro Padre Dios nos hizo seres con entendimiento, que bonito sería que por nuestra propia cuenta nos detuviéramos a analizarnos para ver como vamos en el camino.

Te invito a leer y reflexionar estos refranes diarios.

1. "Es demasiado tarde para cambiar mi vida, pero no es demasiado tarde para morir". Te equivocas, "Todavía no es demasiado tarde para cambiar tu vida, aunque si es demasiado tarde para morir". ¿Por qué? Porque Él ya murió por tí. Tu llegaste tarde. Acaba de inclinar su cabeza.

2. El Dios de tu fe es el Dios de las oportunidades. Cuando tú no las buscas o incluso las rechazas. El te las pone en el camino ¿Recuerdas a la Samaritana? Buscaba agua con el cantaro en la mano y el corazón sediento. Y Él le regaló la fuente misma.

3. El Dios de tu fe es un Dios sentenciado por los hombres. Así como suena. En el juicio humano Dios no aprobó. Le vieron culpable. Desde entonces poco importa lo que los demás piensen de tí o lo que digan de tí.

4. El Dios de tu fe es un Dios cargado con la cruz. Desde entonces todas las cruces son llevaderas. Ya han sido probadas. Ya han sido llevadas. Ya no pesan lo mismo. Todas son de segunda mano.

5. El Dios de tu fe es un Dios que necesita ayuda. Si, tu Dios no se las dá de valiente ni de forzudo. Prefiere mostrarse debil e indigente. Por eso te necesita a tí cada día. Por ejemplo, hoy.

6. El Dios de tu fe es un Dios que sabe experimentar la muerte.
Es que la vida no teme a la muerte. Sólo la muerte teme a la muerte. Por eso es el Dios que hizo de la muerte semilla para la vida.

7. El Dios de tu fe es el Dios desconcertante. Donde tú ves muerte, Él ve vida. Donde tu ves vida, es posible que él vea muerte. Donde tu sientes miedo, Él te dice "no tengáis miedo, yo estoy con vosotros".