miércoles, 31 de diciembre de 2008

Semana 45. Los niños y las flores

1. ¿Nunca has visto cómo algunas flores crecen entre las grietas de las piedras de algún edificio en ruinas? ¿Y qué sientes cuando ves a tanto niño entre las piedras de un hogar roto, destruido porque el padre se fue a otro hogar?

2. ¿No has visto algunas veces esas maravillosas flores dobladas y maltratadas porque algún animalito pasó por encima de ellas? A mí más pena me dan esos niños tirados por la calle con el alma pisoteada por falta de ternura y cariño.

3. Hay muchas flores perdidas en los campos de las que nadie se preocupa. Pero, ¡cuántos niños perdidos por los caminos de la vida sin que nadie los valore, les diga una palabra de cariño y reconocimiento!

4. Ya no cultivamos flores en el jardin de nuestra casa. Preferimos comprarlas. ¿No habremos perdido también la ilusión de regalar la vida a los hijos y preferimos comprar o alquilar a los del vecino?. El egoísmo trafica no sólo con las flores sino también con los niños.

5. Hay flores sin perfume. Son bonitas, pero no huelen. ¡Cuántas caritas de niño lindas, pero sobre las que la vida ha escrito un rictus de tristeza! Son niños sin perfume de vida.

6. Las flores son como la voz de la vida que anuncia la primavera. Los niños son la voz que anuncia al Dios de la vida.

7. Me encantan esas flores enredaderas abrazándose cariñosa a los troncos de los árboles. ¡Que bella es una mujer o un padre con ese hijo hecho abrazo de enredadera, colgado de su cuello!

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