lunes, 24 de noviembre de 2008

Semana 41. El matrimonio no se improvisa

Para los que somos creyentes, el matrimonio es algo serio pero a la vez hermoso. Porque es la unión de dos seres que se aman para recorrer juntos un largo camino. Pero para aquellos que no créen, el matrimonio no tiene mucha importancia, es algo que si no funciona se puede desligar. La tendencia actual es ésta y tal como vá el mundo si los cristianos no enseñamos a nuestros hijos el verdadero valor del matrimonio, existe la posibilidad de que ésta entidad desaparesca.

1. Las cosas grandes no se improvisan. Son fruto de una larga gestación en el pensamiento y en el corazón. ¿Crees que se puede improvisar el matrimonio que es el largo camino de dos caminantes, marido y mujer.

2. La improvisación sólo da como resultado lo provisional, aquello que si no sirve se tira abajo. Lo que es para toda la vida no puede ser provisional. Si quieres un matrimonio firme, estable, que llene los anhelos de tu corazón, prepáralo con tiempo y a tiempo. Dedicale cabeza. Ponle alma.

3. Al matrimonio no se puede ir con problemas. El matrimonio no soluciona los problemas que no solucionó el enamoramiento o el noviazgo. En el matrimonio los problemas se hacen mas problemas.

4. Un embarazo no es razón alguna para casarse. Un embarazo no se soluciona con un mal matrimonio, sino con un buen ginecólogo y un buen parto. En esos casos, el matrimonio puede solucionar los problemas del momento, pero también arruinar dos vidas para siempre.

5. Todos se interesan en preparar la boda. ¿Quién se preocupa luego de que vivan lo que en la boda se prometieron el uno al otro?. La boda dura un día. El matrimonio dura toda la vida. Un matrimonio feliz hace olvidar una boda sencilla. Pero una gran boda no compensa un matrimonio arrastrado.

6. El matrimonio feliz requiere de una gran espera. Las semillas necesitan tiempo para crecer y desarrollarse. Si las arrancas antes de la espiga te quedarás sin tallo y sin espiga.

7. El tiempo que esperas para que vuestras dos vidas estén maduras para el sí de vuestro matrimonio, no es tiempo perdido. Es tiempo de sementera.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Semana 40. Verdad y mentira

El cristiano no solamente debe serlo sinó también parecerlo. Cuantas veces nos decimos que somos personas correctas a la vista de todos, sin embargo en lo oculto somos diferentes. Y es más decimos cosas que en realidad no son ciertas.

1. La verdad duele. Pero cura. La mentira no duele. Pero mata. Por eso el mentiroso está muerto. Es árbol que florece por fuera, pero ya está podrido por dentro.

2. La verdad es la sinceridad del alma que no teme verse desnuda.Mientras que la mentira es la hipocresía y el miedo del corazón a verse como es. No nos tenmemos tanto a nosotros mismos, sino a qué dirán y pensarán los demás.

3. La verdad no es tanto problemas de ideas, cuanto problema de vida. Se pueden tener muy buenas ideas y vivir como un mentiroso. Quien vive con limpieza y rectitud no necesita de la mentira. La verdad le basta.

4. La mentira es la gran tentación y traición del amor. La mentira engaña y además es una falta de respeto a los demás. Y donde hay engaño y falta de respeto no hay amor. El amor mísmo sería una mentira. ¡Cuantos "te amo", "te quiero", no son sino el camuflaje del egoismo y del instinto!

5. Decir la verdad y siempre la verdad puede tener complicaciones. Pero tan sólo con quienes prefieren vivir en la mentira. La verdad nunca molesta a quienes viven de la verdad.

6. El pecado es una manera sutil de mentirnos a nosotros mismos, a los demás y a Dios. A nosotros, porque pretende meternos gato por liebre. A los demás, porque queremos engañarlos. Y a Dios, porque luego buscamos excusas.

7. Quien miente no es. Disimula y aparenta ser. Por eso tiene tanto miedo a la verdad. El mentiroso no sabe vivir la vida, sino sólo la apariencia. El mentiroso vive más lo que no es, que lo que de verdad es. Vive su imagen no su realidad.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Semana 39. El silencio de Dios. ¿Y el silencio de los hombres?

Cuando nos ocurren tragedias o sucesos adversos en nuestras vidas nos quejamos de Dios. Creémos que no escucha nuestras plegarias, reclamamos su silencio. Pero recapacita, ¿Respondes cuando Dios te llama?

1. En la muerte de Jesús extraña el misterio del silencio de Dios. Dios calla. Pero tampoco deja de extrañar el silencio de los hombres. ¿Donde está la voz de los hombres dando cara por Jesús? ¿Por qué calla Dios? ¿Y por qué callaron los hombres?

2. Muchos se quejan del silencio de Dios, cuando tantos inocentes viven la crucifixión de la carencia de todo. Y ¿dónde está tu voz de protesta o de esperanza? Tu silencio ¿no tendrá mucho de culpabilidad y complicidad?

3. El silencio de Dios no es impotencia de Dios. Tampoco asentimiento de Dios. Es respeto a tu libertad. Su omnipotencia no reemplazará jamás tu responsabilidad.

4. ¿No será tu silencio el silencio que hace callar hoy a Dios? Cuando tu callas ante la injusticia, Dios calla, se queda sin voz, porque desde la muerte de Jesús, Dios habla a través de los hombres.

5. El silencio de Dios es el silencio de la espera. El hablará. Pero ¿cuando? Talvez no hable hasta cuando todas tus posibilidades humanas se hayan agotado. ¿No será tarde? La Pascua nunca es tarde.

6. El silencio de Dios en la muerte de Jesús es el nuevo rostro de Dios. Desde entonces, Dios ya no puede ser interpelado para pedirle que haga por nosotros lo que nosotros estamos llamados a hacer. Ya no podrás culpar a Dios de lo que tu haces.

7. Dios habla a través de la Palabra y del silencio. Por la palabra nos dice lo que debemos hacer y cómo debemos hacerlo. Cuando calla, nos está preguntando si lo hemos hecho. Por eso no basta interpretar sus palabras. Hay que interpretar también sus silencios.

martes, 18 de noviembre de 2008

Semana 38. ¿Buscas consuelo?

Si éres padre quizas has tenido que dar consuelo a tu hijo menor, cuando llorando se te acerca y te cuenta el motivo de su llanto o preocupación. Si no estás cerca de tu hijo puede que busque consuelo en otra parte y eso si es peligroso. Tú ¿en quién buscas consuelo?¿En tu Padre celestial?.

1. Lo más fácil hoy será quejarte de las inmoralidades sociales. Lo dificil es identificarte internamente con ese mundo de pecado y hacerlo propio. Jesús "que no tenía pecado se hizo pecado por nosotros".

2. La Cruz no se lleva tanto sobre los hombros cuanto en el alma. ¿Qué es una cruz de madera cuando el alma tiene que cargar con una tristeza de muerte o de miedo o incluso de asco por la vida?. Jesús murió en el alma en el Huerto, antes de morir crucificado en el Calvario.

3. Es terrible estar en casa y ver cómo los tuyos se olvidan de tí. Viven su propio mundo sin que les interese el tuyo. Jesús lo sabe bien. Mientras El sufre su agonía de muerte, los suyos duermen tranquilo.

4. Es duro buscar a alguien con quien desahogar las penas del alma y sentir que no tienen tiempo para tí. Jesús fue a buscar consuelo en los tres discípulos, pero ellos tampoco tuvieron tiempo. Estaban cansados. Siempre estamos cansados para escuchar a los demás.

5. Cuando nadie tiene tiempo para tí, sólo te queda un camino: desgranar las penas de tu alma, hechas oración, en el Corazón del Padre. No te las quitará, pero te dará fuerzas para superarlas.

6. ¿Le pides a Dios consuelos espirituales? ¿No te es suficiente que te haga capaz de seguir tu camino de fidelidad? Los consuelos, como las penas , pasan. La fidelidad queda. Lo que te hace grande ante Dios no son tus consolaciones, sino tus fidelidades.

7. No esperes estar bien para ayudar a los demás. Quien espera sentirse bien para ayudar al hermano, nunca le ayudará, porque nunca se sentirá suficientemente bien.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Semana 37. Ser débil es una desventaja

Como están hermanos, hoy vuelvo a retomar el blog. Precisamente este tema tiene algo que ver con la demora en la redacción, porque llegué a analizar si realmente valía la pena escribir sobre Dios en estos tiempos en que interesa más lo material. Prometo que no tendré este tipo de dudas y estaré entregando como siempre estas reflexiones para el alma.

1. ¿Te sientes poca cosa? ¡Vaya que suerte! Dios doblega a los fuertes y grandes, pero se inclina reverente ante los débiles y pequeños. "Derribó de sus tronos... exaltó a los humildes".

2. Mirar a la Cruz siempre es un riesgo. El riesgo de convertirte. Porque luego no puedes seguir pensando igual ni mirando igual a los hombres y a Dios. Y menos aún podrás seguir viviendo de la misma manera.

3. Tu verdadera Cruz no es tanto ese dolor de muelas, ni siquiera esa enfermedad incurable. Tu verdadera Cruz es la que nace como consecuencia de tu vida diaria de fidelidad. Es la cruz consecuencia de la vida.

4. ¿Sabías que en los Evangelios se describen unos noventa y cinco encontronazos de Jesús con sus enemigos? La última vez lo condenaron a muerte. ¿Y luego dirán que hay que ser como todos! ¡Que no conviene llamar la atención! Claro, así jamás lo condenan a uno. Así se puede llegar a viejo y morir apolillado de años.

5. La verdad no siempre se expresa con las palabras. Y menos aún a gritos. También el silencio es una manera de tener la razón. A Jesús lo acusaban, pero el callaba.

6. ¿Que te sientes débil en el dolor? ¿Qué quieres... ocultar tu debilidad? ¡Pobre Cristo! El siente tristeza, angustia, miedo y tedio. No. No es ningún Super héroe . Es sencillamente humano.

7. El miedo a las dificultades, a sufrir, no es nunca razón para echarse atrás en el camino. "Padre, que no se haga mi voluntad sino la tuya". La debilidad es tan sólo dificultad que hay que vencer.