jueves, 31 de enero de 2008

Semana 5. Yo pecador

" que tire la primera piedra quien no ha pecado ".
Pero quien es capaz de reconocer sus errores, sus pecados.

1. Saber reconocer que nos hemos equivocado ya es comenzar a cambiar. El peor error tuyo no es que puedas equivocarte, caer, fallar. Sino el negarte a reconocer tu equivocación. Equivocarte es humano. Reconocerlo es signo de personalidad.

2. Cuando dices fallé, me equivoqué, pequé, ahí mismo comienzas a levantarte. Ahí comienza a nacer el hombre nuevo en tí. Decir yo pecador, ya es comenzar a decir yo santo.

3. Cuando tú dices "yo pecador", Dios ya comenzó a actuar dentro de tí. El reconocerte como pecador es gracia de Dios que te descubre tu verdad y te hace capaz de verla, aceptarla. Quien no se ve ni se acepta, nunca cambiará.

4. Está bien que te reconoscas pecador. Pero muchos sólo ven eso. Se quedan encerrados en su propia conciencia de pecadores. Y la conciencia de pecado es el mejor camino para hacer la experiencia del amor del Padre que me ama, asi como soy, y me perdona.

5. El pecado revela tu propia debilidad, tu condición humana de fragilidad. La gracia te revela tu capacidad y tu posibilidad de ser más que tu pecado, más que tu debilidad, más que tu propia flaqueza. Es que tú siempre eres más que tu mismo.

6. Cuando dices yo pecador, ya estas de regreso a casa, tocandoi la puerta de entrada. Y dentro tu Padre Dios ya comenzó la fiesta. ¿O no sabías que tu conversión es capaz de darle un infarto al mismo Dios por la alegria de verte de nuevo en casa?.

7. Cuando tu dices, "yo pecador", Dios dice "yo amor". Cuando tu dices "pequé", Dios dice "yo perdono". Cuando tu dices "caí". Dios dice "levántate, ponte en pié y camina con la cabeza bien en alto". ¿Y sabes por qué? Porque tu conversión es el amor es el mejor testimonio de lo que Dios es capaz de hacer en tí.

El reconocer tu condición de pecador y estar dispuesto a pedir perdón demuestra que tienes a Dios en tí.
En la Parábola del Hijo Pródigo, Jesús se dirige a cada uno de nosotros. Y nos muestra a nuestro Padre Dios Misericordioso, dispuesto a perdonarnos a pesar de las muchas veces que nos alejamos y olvidamos de Él.

jueves, 24 de enero de 2008

Semana 4. La muerte tambien es vida

1. La Unción de los enfermos no es la tarjeta de visita de la muerte, sino la renovación de tu fe en los momentos dificiles de dolor.

2. La Unción de los enfermos no es el sacramento de la muerte sino la confesión de tu fe en la vida definitiva. Es el momento de compartir los sanos y los enfermos la fe en la Pascua.

3. La Unción de los enfermos no es el sacramento del miedo de los enfermos sino la prueba de la fe de los sanos que son los más asustados.

4. La Unción de los enfermos no es el sacramento del miedo a morir sino el sacramento de la fe y la esperanza en el Dios de la vida que venció con su Muerte a la muerte. No esperes recibir la Santa Unción para cuando ya no puedas enterarte de ella. Recíbela mientras puedas confesar tu fe y tu esperanza.

5. La Unción de los enfermos es como la segunda Confirmación. En ella ratificas la fe que has confesado durante toda tu vida. La muerte de Jesús fue el sello de toda su vida.

6. La Unción de los enfermos es como la calistenia del alma para recorrer la última etapa de la competencia.

7. La Unción de los enfermos es la renovación de tu Bautismo. La primera vez, el Bautismo te incorporó a la Iglesia. Ahora te prepara para incorporate a la Iglesia del cielo.


Hace un año y cinco meses falleció mi mamá, ella sufría mucho pensando en que pasaría con nosotros si ella falleciera, se preocupaba por mi papá y por mi hermano menor. Pero la partida era inevitable, mi hermano mayor que és Psicólogo tuvo una conversación con ella.

Me tocaba como hijo muy querido por ella, decirle algunas palabras tranquilizadoras, le hablé con el corazón como suelo hacerlo siempre. Orando siempre antes de hablar algo de gran importancia, pidiendole a Dios que sean sus palabras y no las mías las que salgan de mi boca.

Logré hacerla entender sobre la muerte y que no se preocupara por los que nos quedamos.

No pude estar presente en sus últimos momentos de vida como si lo hicieron mis otros hermanos, pero sé que después de recibir la Santa Unción falleció tranquila, sin ningún dolor, con un rostro de felicidad por ir al encuentro de nuestro padre Dios.

Comparto esta experiencia con ustedes.

lunes, 14 de enero de 2008

Semana 3. El Perdon

Que dificil es hacerlo cierto?.

1. Cuando Dios perdona. Dios olvida. Dios sólo tiene memoria de lo bueno que haces. Lo malo se lo sueles recordar tú mismo. ¿Para qué?

2. Confesarte es algo más que limpiar tu pasado. Es abrir una ventana a tu futuro. Por eso, lo más importante en la confesión no es tu pasado, lo que tu llevas, sino tu voluntad de cambio. Tu decisión de futuro.

3. Confesarte, más que un avergonzarte de lo que eres, es el reconocimiento de lo que puedes ser y de lo que Dios aún puede hacer en tí.

4. Confesarte, más que verte a ti mísmo como malo, es verte amado por Dios en el espejo de su perdón, que es el espejo de su propio corazón.

5. Confesarte es restaurar la imagen de Dios impresa en ti por el Bautismo y estropeada y maltratada por el pecado.

6. Confesarte es sentirte a ti mismo más grande que tus propias debilidades y fracasos. Es reconocer a Dios más grande que nosotros. Es reconocer que el poder de la gracia es más que nuestras debilidades.

7. Confesarte es creer en ti y en tu propio futuro y en el futuro de la Iglesia y del mundo, porque cada vez que tu éres diferente haces diferente a la Iglesia y al mundo.

martes, 8 de enero de 2008

Semana 2. Las dificultades

Hola como están, disculpen la demora. Estuve pasando unos exámenes médicos eso es la razón.
Los pensamientos para esta semana:

1. Las dificultades en la vida son como el viento que te dá de frente cuando corres. Dificulta la velocidad, pero a la vez refresca la cara. Lo que es estorbo se convierte en facilidad.

2. Las dificultades en la vida te regalan una doble satisfacción: la de haber triunfado y la de demostrarte a ti mismo que tú eres mas grande que ellas.

3. Las dificultades en la vida son como el ají en la comida: pica, pero luego te abre mas el apetito.

4. Las dificultades en la vida, unas veces te las ponen los demás: Pero la mayor parte te las ponen por delante tus propios miedos.

5. Las dificultades en la vida, solo se ven mientras estás corriendo. No cuando ya has llegado a la meta. Desde el triunfo, los obstáculos, aún los mas grandes, todos parecen pequeños.

6. Las dificultades en la vida, hay que saltarlas. Si te empeñas en llevártelas por delante te harán tropezar y caer. Si te detienes a contemplarlas, pierdes tiempo en la competencia. Sáltalas como los atletas en las pistas de carreras con obstáculos.

7. Las dificultades en la vida son como los obstáculos en las pistas de carreras. Luego que tu has pasado, alguien los quita y la pista vuelve a quedar limpia.

Quien no tiene dificultades, hasta el propio Jesús tuvo que pasar dificultades. El último fue la Cruz, sin embargo por todos ellos pasó victorioso. Fue más grande que todos ellos. Has tu lo mismo en tu vida.

Hasta la proxima.